El boom inmobiliaria alimentado y financiado por la
banca española supuso una de las burbujas mas especulativa. En España se han
construido más de 27 millones de vivienda para 17 millones de familias. Este
exceso de viviendas construidas fue fruto de la especulación del sistema
financiero. El estallido de la burbuja inmobiliaria provocó y sigue provocando
que cada día haya más pobreza en España y la imposibilidad de muchas familias
de seguir pagando las hipotecas. Dichas familias se han encontrado con otros
problemas subyacentes, el más importante es el paro ya que al perder sus
trabajos y la consiguiente reducción de los ingresos se han encontrado con la
imposibilidad de seguir pagando el crédito hipotecario.
Estas familias además de ser desalojadas de sus casas
se encuentran con que tienen que seguir pagando una deuda con el banco. Entre
los cuatro años de crisis se han producido más de 300,000 ejecuciones
hipotecarias.
Hasta hace un mes y ante la alarma social por las
consecuencias del desahució que llevó al suicidio de varias personas. Ante la presión social que ha ido creciendo
unida a la de los jueces para la democracia, los partidos mayoritarios han
intentado flexibilizar la legislación sobre las hipoteca.
Pero lo único que han conseguido es aflojar un poco la
soga a las familias necesitadas. EL nuevo decreto ley aprobado por el gobierno
actual permite la dación de pago en casos concretos pero no evita que familias
enteras puedan perder sus hogares. Tampoco paraliza los intereses de la demora,
por lo que durante los próximos dos años los intereses siguen creciendo.
El grave problema sigue siendo el incremento del número
de los desahucios que se producen a manos de bancos que con ayudas públicas, obtienen millones de euros de beneficios
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